Este es un delfín con mucha historia ya que los registros fósiles indican que los delfines emigraron del océano Pacífico al río Yangtzé
hace 20 millones de años. Se trata de un relicto de su especie y el
único representante vivo de la familia Lipotidae (Zhou, Li Qian y
1978). En China se le ha apodado ´la diosa del Yangtze´.
Según la lista roja de la UICN, el Baiji es probablemente el cetáceo con
mayor peligro de extinción del mundo. Está clasificado como en Peligro
Crítico (CR) ya que se enfrenta a un riesgo extremadamente alto de
extinción en estado silvestre. Sin embargo, no se tienen datos de ningún
ejemplar desde el 2002, y a la especie se le consideró extinta a
finales del 2006 tras una expedición que no pudo encontrar ningún
ejemplar en el río. Tristemente se trataría del primer cetáceo en extinguirse por causa de actividades humanas.
Pero como la esperanza es lo último que se pierde, tan solo mencionar
que el 19 de agosto del 2007 un baiji fue avistado por un vecino de la
provincia china Anhui llamado Zeng Yujiang. Las imágenes fueron
revisadas en el Instituto de Hidrobiología de la Academia de Ciencias
China, cuyo representante Wang Kexiong ha confirmado su autenticidad.
En cualquier caso, para declarar la extinción definitiva de una especie
animal tienen que pasar 50 años sin que ningún ejemplar sea visto, según
la Unión de Conservación Mundial, UICN.
Para hacernos una idea con respecto a la trayectoria de su población,
saber que la primera estimación de abundancia de la especie se realizó
en 1982 con datos de 1979 a 1981, resultando una población de unos 400
ejemplares; en cambio, tras varios estudios de la especie, a finales de
los 90 se calculaba que quedaban unos 13 delfines, llegándose a la
conclusión generalizada de que la abundancia de este delfín ha ido
disminuyendo en poco tiempo. En el 2000 se hablaba de ´unas pocas
docenas´ (Zhou 2002) y muy probablemente menos de un centenar (Reeves et
al. 2003). Las últimas fotos son del 2002, y el avistamiento del último
delfín (varado) fue en el 2001.
CARACTERÍSTICAS
El baiji es un delfín blanco, casi ciego, similar a otras especies de
agua dulce que habitan en los ríos Mekong, Indo, Ganges y Amazonas.
Pesan unos 100 kg., y miden unos 2,5 m.
AMENAZAS
Las amenazas son varias, destacando:
Un cierto nivel de explotación directa (su piel llegó a utilizarse para bolsos y aguantes)
Mortalidad accidental por la pesca en el río de otras especies a
causa de redes y pesca eléctrica (aun estando prohibida); por otro lado,
entre los años 1970 y 1980 se considera que el enredo en las redes de
pesca ha causado por lo menos la mitad de la mortalidad observada (Lin
et al. 1985, Zhou Li y 1989, Chen 1989, Chen et al. 1997).
Tráfico marítimo
La gestión de canales de navegación
La construcción del puerto
Construcción de la presa de las tres Gargantas (provocó que tuvieran
que trasladar a los delfines que allí habitaban a un lago cercano con
la esperanza de poder reintroducirlos al río cuando las oportunidades de
supervivencia aumentaran, ya que alteró de manera drástica el hábitat
de la zona. )
La pérdida o degradación de hábitat debido al desarrollo de los
recursos hídricos, prácticas de uso del suelo y la contaminación.
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN
El Baiji tiene plena protección jurídica; aun así, mientras la
protección contra la matanza deliberada parece haber sido eficaz, la
prohibición de métodos dañinos de pesca no lo ha sido tanto, y le ha
seguido afectando de manera negativa.
Así pues, a finales de los 80 la principal estrategia para prevenir la
extinción del Baiji era capturar la mayor cantidad posible de delfines
para introducirlos en reservas seminaturales, una de los cuales
(Tongling) fue aprobada por el gobierno chino en los 80, y la otra
(Shishou) en los 90. La idea de estas reservas parte de los supuestos
de que en aquel entonces habían unos 300 individuos y que era posible
conseguir un número suficiente para que criaran fuera de su entorno
natural.
Sin embargo, la expectativa de que un número suficiente de baiji
podrían ser capturados y llevados a las reservas para establecer una
población exsitu viable para que se reprodujeran era poco realista. Se
realizaron seis expediciones de captura y al final solo se llevó en 1995
a una hembra que murió a los siete meses, y seguidamente a un macho que
murió naturalmente en el 2002. Actualmente no hay ningún baiji en
cautividad.
La opinión científica desde entonces se ha dividido sobre cómo proceder
con los esfuerzos de conservación del Baiji. Por un lado, el Comité
Científico de la Comisión Ballenera Internacional examinó el estado del
Baiji en el 2000, pero los miembros no pudieron llegar a un consenso
sobre si se debían capturar ejemplares para las semireservas o no. Por
otro lado, el Grupo de Especialistas de Cetáceos de la UICN recomendó en
2003 que:
Los recursos disponibles deben dedicarse a eliminar las conocidas amenazas a la especie en su hábitat natural
La adopción de medidas inmediatas deberían adoptarse a nivel
nacional, provincial y local para aplicar plenamente las prohibiciones
de pesca eléctrica, y
Si la captura y translocación continúan, las operaciones de captura
deben mejorarse para evitar lesiones o la muerte del delfín, la calidad
del agua en la reserva debe mantenerse a un alto nivel y deben de
quitarse a las marsopas para evitar interacciones negativas entre ellos
(Reeves et al. 2003).
HÁBITAT Y ÁREA GEOGRÁFICA
Es una especie de agua dulce que sólo se encontraba en el río Yangtze de
China. Históricamente también habitaba los lagos Poyang y Dongting ,
con aguas del río (Zhou et al. 1977, Chen et al. 1980), pero ya no se
les encuentra allí. Su área además se ha ido reduciendo dentro del mismo
río agravado por la construcción de una presa.
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